EL CAFRE Y/O EL LUMPEN
Son los individuos marginados que no dan más por falta de modales, moral, ética y buena educación. Viven con una actitud vulgar expresando su inconfundible mal gusto. Marx les llamaba “lumpen” que en alemán significa “andrajoso". Estos tipazos forman parte de la población situada socialmente al margen de la producción y razonan sin conciencia de clase y de nacionalidad-patriótica. Le venden al alma al diablo por lo que sea. No tienen nada que aportar a la sociedad y al país que no sea la dramatización de lo ridículo, de lo vulgar, de lo inaceptable socialmente. Constituyen una masa vacía de ideología y no tienen relación, - o casi ninguna, - con la productividad, privada o pública.
Representan, además, la ralea humana fácilmente manipulable por la élite para sus propios intereses. Debemos saber, sin embargo, que el lumpen, no es culpable de su propia desdicha siendo él mismo víctima. El lumpen es un subproducto del sistema para crear las reservas necesarias. Existe porque a la sociedad capitalista le es conveniente manejar la ignorancia y la mediocridad, el fanatismo, aunque sea anidando los espacios para la criminalidad.
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