¿Y TU ABUELO Y ABUELA CON QUIEN ESTABAN?

Regresemos hace 520 años al año 1494 en la isla de Vieques, frente a la costa sureste del territorio continental de Puerto Rico.
Los taínos, la población indígena más grande del Caribe, vivían una vida basada en el cultivo de raíces y la pesca cuando llegaron a las costas Colón y su flota, habiendo cruzado el Océano Atlántico por segunda vez en tantos años. En ese momento todo cambió.
Lo que está escrito en papel nos ha dicho mucho sobre lo que sucedió a continuación. Lo que está escrito en el ADN de los puertorriqueños de hoy puede decirnos algo más.


El Proyecto Genográfico de National Geographic investiga lugares donde históricamente diferentes grupos se mezclaron para crear un crisol de culturas moderno. En colaboración con 326 personas del sureste de Puerto Rico y Vieques, el Proyecto Genográfico llevó a cabo la primera prueba genética en el área con el objetivo de obtener más información sobre su pasado antiguo y aprender cómo su ADN encaja en el árbol genealógico humano. Los resultados, recién publicados en el American Journal of Physical Anthropology, pintan un cuadro de vasta complejidad histórica que se remonta a unos 5.000 años hasta los primeros pueblos del Caribe.
Nuestro equipo de Genographic aprendió algunos datos clave que nos ayudaron a comprender mejor la población del Caribe. Lo más sorprendente es que encontramos que aproximadamente el 60% de los puertorriqueños tienen linajes maternos de origen nativo americano. La ascendencia de los nativos americanos, más alta que casi cualquier otra isla del Caribe, se originó a partir de grupos que migraron a Puerto Rico desde América del Sur y Central. El análisis del ADN del cromosoma Y encontró que ningún hombre puertorriqueño (0%) portaba linajes paternos indígenas, mientras que más del 80% eran de Eurasia Occidental (o europeos).
Esto nos lleva a concluir que los cromosomas Y (heredados estrictamente paternalmente) de los taínos se perdieron por completo en Puerto Rico, mientras que el ADN mitocondrial (heredado estrictamente materno) sobrevivió bien y por mucho tiempo. Esta marcada diferencia se ha visto en otras antiguas colonias (Brasil, Cuba, Jamaica), pero la dicotomía de género parece más fuerte en las Américas de habla hispana. Una mirada al resto del genoma puertorriqueño utilizando la herramienta de genotipado personalizado del Proyecto Genográfico, el GenoChip, arroja algo de luz sobre lo que pudo haber sucedido durante la época colonial española para crear este desequilibrio ancestral.
El puertorriqueño promedio tiene un 12% de nativos americanos, un 65% de Eurasia occidental (mediterráneo, norte de Europa y / o Medio Oriente) y un 20% de ADN de África subsahariana. Para ayudar a explicar estas frecuencias a la luz de las diferencias maternas y paternas, utilicé matemáticas básicas e inferí que se necesitarían al menos tres migraciones distintas de cientos de hombres europeos cada uno (y prácticamente ninguna mujer europea) a Puerto Rico, seguidas de entremezclar con mujeres indígenas. También necesitaría la aniquilación completa de los hombres indígenas (pero no de las mujeres), para dar cuenta de esos números. Estos resultados son sorprendentes y también arrojan luz sobre un oscuro pasado colonial que, hasta ahora, había permanecido algo confuso.
Este tipo de análisis, no solo en el Caribe o el mundo, sino en el ADN de una población específica, puede tener fuertes implicaciones históricas y al mismo tiempo ayudar a pintar una nueva imagen de la historia mundial. Aprenda más sobre cómo el ADN puede informarle sobre su propio pasado personal y ayúdenos a descubrir nuevos secretos de la historia mundial uniéndose al Proyecto Genográfico.

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