LOS HIJOS DE LA ESCLAVITUD: EL RACISMO Y LA DISCRIMINACIÓN ...


La discriminación racial hoy es una limitación impuesta por esa ideología y práctica que en el pasado justificó la esclavitud, es decir, el usufructo del trabajador a manos del hombre que posee al trabajador como propiedad privada.
La esclavitud es una actividad en la que los seres humanos se convierten en mercancías simples que poseen algún valor comercial y de cambio. El objetivo es que el dueño principal del esclavo pueda apropiarse de la capacidad productiva del trabajador, bien sea industrial o física, o de cualquier otra manifestación de la vida. La esclavitud, en todas sus variantes históricas, siempre ha sido un pilar fundamental de la economía.
Podemos decir que la economía produce las condiciones materiales por las cuales se determina el pensamiento, la ideología y las filosofías de los hombres comunes. El racismo nos llega de aquel largo periodo de la colonización, de la lucha por independencia de los EE. UU y del despegue de aquella economía entonces nacional.

El racismo se ha manifestado de varias maneras, formas e intensidad a lo largo de la historia. Hoy existe principalmente entre las sociedades industriales occidentales más avanzadas. Esto se debe a la experiencia europea, sobre todo inglesa, durante la implementación de la explotación colonial estadounidense en la que la fuerza laboral esclava era principalmente de negros capturados como bestias en África.
El impacto económico del sistema de esclavos también ha tenido un gran impacto a todos los niveles de las relaciones sociales, impactando negativamente la sociología occidental, especialmente en los Estados Unidos, donde el racismo, la xenofobia, la intolerancia y la discriminación racial y étnica son problemas que han existido abierta y descaradamente hasta nuestros días y aún continúan siendo alimentados por filosofías que apoyan, justifican o al menos no intervienen en contra de los movimientos de extrema derecha de la Supremacía Blanca, filtrados a los niveles más altos de la estructura social, incluyendo la educación escolar, los medios de comunicación, las iglesias y el gobierno.

Hoy en día, la discriminación racial y étnica se produce a diario, al tiempo que impide el progreso de millones de personas en todo el mundo. El racismo y la intolerancia destruyen vidas y comunidades a través de sus diversas manifestaciones, desde privar a las personas de los principios fundamentales de igualdad y no discriminación, hasta fomentar el odio étnico que puede conducir a la agitación social y hasta al genocidio. La lucha frontal contra el racismo, la xenofobia y contra el odio al diverso, debe ser la prioridad de cada individuo, de la comunidad local, regional, nacional, e internacional.
Como dijo Mandela: "Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, su origen o su religión". Y luego Martin Luther King añade: "Estoy buscando el día en que las personas no sean juzgadas por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter".
En el escenario norteamericano, podemos decir que la economía basada en la esclavitud, ha tenido un enorme peso no tan solo sobre la sociedad de entonces, sino y sobre todo, sobre la actual. La esclavitud ha convertido los Estados Unidos en una sociedad fundamentalmente racista, controlada por la supremacía blanca que transmite un valor negativo de generación en generación. A eso nos enfrentamos hoy los herederos de ese injusto pasado.

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