La (Aparente) Encrucijada del Socialismo y del Capitalismo en China…
Una base
teórica…
El Capitalismo se entiende como un sistema
social-económico que utiliza el capital como instrumento de producción de
bienes y servicios, en un mercado abierto y vinculado principalmente por el
sector privado. Se concibe como la base política-económica de países, que
estructuran su economía predominantemente con un sistema altamente privatizado
y un ecosistema del Derecho, en el que se
ofrece al individuo la protección de la propiedad privada de la producción e incentivándolo
a desarrollo potencialmente infinito.
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| Fábrica Volkswagen en China |
Entre las principales características del capitalismo más puro se encuentran: Primero, el capital es controlado por agentes jurídicos y/o personas privadas; Segundo, estos agentes o personas invierten este capital en un mercado abierto y accesible y que incentiva la competencia, donde unos ganan y otros pierden premiando la mayor concentración del capital y provocando el desarrollo monopolístico de la actividad; Tercero, el trabajo y los salarios son auto regulados por las condiciones del mercado; Cuarto, la actividad económica se enfoca en obtener beneficios y aumentar el capital privado; y Quinto, el estado reduce su participación deviniendo a un papel fiscalizador y protector del capital privado. En general, la completa aceptación e intensidad de estas características del Capitalismo varían según las condiciones políticas y geopolíticas de cada nación.
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| Fabrica BMW en China |
Para entender el origen teórico del capitalismo y
su aplicación en la historia, hay que remontar hasta el siglo XVIII en la época
llamada Ilustración, a través de los postulados expuestos por tres autores
(John Locke, Adam Smith and David Ricardo). El primer autor es considerado el
padre del liberalismo moderno que significa un Estado de derecho, en que se
ofrece al individuo la seguridad jurídica de no estar sometido a la
arbitrariedad del poder político. Locke (1690) presenta los principios de
derecho de libertades individuales y de propiedad privada, los cuales el estado
debe proteger puesto que, según Locke, estos derechos son anteriores a la
constitución de la sociedad misma. Siguiendo en esta línea, Smith (1776)
postula que el estado debe interferir lo menos posible en la economía, la cual
debe poseer una libre competencia privilegiando la individualidad y todo lo que
está significa. En términos de la aplicación se distinguen dos grandes variantes
del capitalismo: la primera pone énfasis en un funcionamiento del mercado con
un Estado regulador. Los principales países que históricamente han representado
esta dimensión son Alemania y Japón. La segunda variante es un capitalismo
representado por una fuerte propiedad privada sin control del Estado y un
mercado marcadamente desregularizado en el que la vorágine creada por la usura
de los capitalistas participantes. De esta vertiente de mayor intensidad los
principales representantes han sido Estados Unidos e Inglaterra.
Por su parte, el sistema socialista de mercado es una variante del socialismo clásico y es una respuesta definitiva y necesaria al desarrollo moderno de los mercados internacionales, los cuales eran, y son, predominantemente controlados por las dos vertientes del Capitalismo globalizado. El sistema socialista utiliza la economía de mercado donde asigna recursos para equiparar su arsenal competitivo para enfrenar los mercados internacionales dominados por el capitalismo. En términos generales, combina el principio socialista de propiedad pública con el principio de la economía liberal de mercado de propiedad privada, haciéndolo en sectores no estratégicos a la nación y manteniendo las principales características que la propiedad pública sigue jugando en su rol y aplicación de los principios socialistas y en beneficio de la política social. El socialismo de mercado se refiere, por tanto, a una economía centralmente planificada que utiliza el mecanismo del mercado para la asignación de recursos en determinados sectores económicos o bajo determinadas condiciones.
Este sistema fue desarrollado a principios del siglo XX en Europa. A pesar de que no se reconoce a un gran fundador como en el caso del capitalismo o comunismo, sí se reconocen las figuras de John Mill, Eduard Bernstein y John Keynes como los propulsores de las bases del socialismo de mercado. A pesar de las diferentes críticas recibidas por las posturas más dogmáticas, los defensores del modelo socialista de mercado sostienen que el mercado no es un mecanismo exclusivo del capitalismo, sino que es compatible con la propiedad pública y que además puede combinar todas las ventajas de una economía de mercado con las de la economía socialista.
Tanto el socialismo como el socialismo de mercado son de reciente creación, son obras en construcción que se pueden adaptar con flexibilidad creativa a condiciones de distinta procedencia, sin perder lo medular de los principios socialistas, de lo contrario deja de serlo. Entre las principales características del socialismo de mercado se encuentran: 1) Los actores económico, según las condiciones nacionales, internacionales y del mercado, controlan los factores inherentes a la competitividad en el sistema; 2) la producción no se planifica centralmente dando amplio margen a la capacidad e inventiva de sectores sociales que no contradicen el bien social; 3) hay sectores estratégicos para el Estado o críticos para la población que el Estado protege de cualquier cambio de mercado, son garantizados por el Estado; 4) permite desarrollar la propiedad colectiva de los trabajadores sobre los medios de producción.
En China, se puede constatar que a pesar del proceso de modernización y a la implementación del socialismo de mercado, el país mantiene el sector público dominante en los principales sectores de su economía, por ejemplo, se estima que las empresas estratégicas del Estado representan el un tercio de la producción industrial. El Estado conserva todas las características esenciales de un modelo socialista con intervención de la industria estratégica, control financiero nacional, y el control de las telecomunicaciones. Sin embargo, incorpora elementos de la economía socialista de mercado para activar o reforzar su economía.
Se puede constatar que China post Mao se ha movido
desde una economía agrícola y de baja intensidad industrial, a fomentar la
modernización de la agricultura, a propiciar una enorme migración del campo a
la ciudad dando paso a una expansión demográfica de viejas y nuevas ciudades, a
la vez que realiza una industrialización sin precedentes históricos. Actividades
todas ciertamente planificadas centralmente por el Partido Comunista Chino inspirador
de su propio socialismo de mercado, el cual mantiene con ciertas variantes
particulares que lo distinguen de otros países, como son mantener un papel
activo en el control de la información, de la educación a todos los niveles, de
los servicios médicos, de la movilidad de la fuerza laboral y sobre el mercado
financiero. Ello hace una gran diferencia del sistema capitalista
particularmente norteamericano.
La China socialista creativamente ha sabido incorporar
elementos del mercado para satisfacer necesidades de su enrome población
mediante la integración de su economía a la escena de los mercados
internacionales y hoy contribuye significativamente universalizando la
producción de mercancías. Como hemos dicho, el socialismo en todo el mundo y en
China en particular, son una operas en construcción, con los mismos principios
aplicados a realidades distintas, variables en continuo movimiento.
Por último, hay que comparar resultados
macroeconómicos de los últimos 75 años entre el sistema Capitalista norteamericano
y el sistema Socialista Chino. Por ello el nerviosismo de Trump/Biden lo dice
todo…
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