LA CREACIÓN DE LA DEUDA PUBLICA NORTEAMERICANA
Se entiende por deuda pública o deuda soberana al conjunto de deudas que mantiene un Estado frente a los particulares u otros países. La deuda nace con un decreto de papel empeñando los hijos del futuro. Se trata de una deuda que no la respalda reservas de oro y plata. Lo extraño es que se monta en toda una arquitectura completamente artificial, ajena a cualquier valor intrínseco. Se venden bonos que son un IOU ("I owe you") elegantes y luego se endeudan más para pagar los intereses y el capital de los viejos bonos. Es un andamiaje financiero débil e insostenible en el tiempo. La capacidad de pago no es sólidamente eterna. De hecho, según el Tesoro USA, la deuda se ha disparado por lo que se ha suspendido o retrasado 78 veces desde 1960: 29 veces bajo gobiernos demócratas y 49 veces bajo gobiernos republicanos, en un mecanismo absurdo: ante la elevación de la deuda, se retrasan los pagos y se pide autorización al Congreso para endeudarse más, y más, y más, "in infinitum".
La deuda funciona como un "bubblegum" que tiene su límite antes de explotar, y que muchos países del Tercer Mundo y neocoloniales conocen. Ahora se asoma en los cuarteles generales del gran capitalismo norteamericano. Los EU ya han estado retrasados muchas veces en sus pagos de la deuda, aunque hasta ahora sin “default", pero el tic-tac se escucha cada vez más alto. Tarde o temprano explota porque la encomia tiene limitaciones, no puede crecer al infinito, menos cuando tiene limitaciones materiales, objetivas, de capacidad y de hegemonía. En los EEUU la mayor parte de los bonos del estado los compran ciudadanos relativamente iletrados financieramente. Además, los EEUU para sobrevivir hasta le venden la deuda al que compre, incluso a China quien hace la creciente inversión para cada vez más tener USA por el cuello.
La deuda pública estadounidense ha presentado una tendencia al crecimiento, especialmente durante la última década, pasando de 13,5 billones de dólares estadounidenses en 2010 a casi 27 billones en 2020. Esta cifra supone que la deuda en 2020 alcanzó el 133,92% del PIB de Estados Unidos, una subida de 25,46 puntos respecto a 2019, en el que la deuda fue el 108,46% del PIB. Estados Unidos está entre los países con más deuda respecto al PÎB del mundo, y siguen cogiendo prestado para pagar deudas vencidas e intereses, una espiral sin fin.
Más allá del principal de la duda, el ciudadano norteamericano pagará el doble de interés por su deuda que el ciudadano europeo. Mientras, en Estados Unidos la carga de intereses de la deuda para el gobierno era de 1.447 dólares por ciudadano, en el Viejo Continente apenas supera los 600 dólares (menos de 500 euros al cambio). Para 2025 se estima que Europa se mantendrá en el entorno de los 800 dólares, frente a los casi 1.600 en Estados Unidos.
La evolución de la deuda pública en Estados Unidos ha crecido desde 2010 en términos de deuda global, cuando fue de 10.800.249 millones de euros y también sigue creciendo en porcentaje del PIB, que fue del 95,14%. Según el último dato publicado, la deuda per cápita en Estados Unidos en 2020, alcanzó 74.286 euros por habitante. Los ciudadanos norteamericanos son tienen el per cápita más endeudado del mundo. Es interesante mirar atrás para ver que en 2010 la deuda por persona era de 34.913 euros. Mirando al futuro no muy lejano, la deuda seguirá creciendo por lo que la deuda soberana aplicable a cada ciudadano norteamericano alcanzará la violenta cifra de los $100,000 por cabeza. ¡Ojo estadistas, te arrepentirás, no es el paraíso que pensabas!
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