PRELUDIO DEL ESTADISTA-51


EL DESTINO INEQUIVOCABLE DEL


"MELTING POT” NORTEAMERICANO …


El pujante y vencedor capitalismo global tiene su talón de Aquiles en la pobreza que crea y en la mala calidad de empleos que genera. El trabajo remunerado fijo, esencial para el involucramiento económico y social del ser humano en la sociedad, está en crisis en los EEUU. Hoy, prácticamente ninguna persona tiene empleo de largo plazo garantizado debido a los contratos a tiempo fijo. El trabajo, cada vez más, se orienta a tareas o proyectos de duración limitada.

Esta situación demuestra un cambio en relación con las etapas iniciales del capitalismo moderno, durante la cual los individuos estaban sólidamente enraizados en corporaciones que, a su vez, navegaban en mercados relativamente firmes. En la época dorada del capitalismo de posguerra, cuando las materias primas entraban por una puerta y los automóviles salían por la otra, reinaba una cierta ética social que –sobre todo en Europa, pero también en EEUU– tendía a morigerar la lucha de clases a través de amplios beneficios en educación, salud y jubilación, considerados entonces derechos universales.


Desde la década de 1980, sin embargo, las corporaciones y sus inversionistas, en el contexto de la nueva economía globalizada, comenzaron a mostrarse más preocupados por las ganancias a corto plazo. Esto, junto con los avances en las tecnologías de la información, que abarataron los costos de invertir en máquinas en relación con la mano de obra, redefinió el trabajo. Los ”inversionistas” los caracteriza la especulación y buscan la flexibilidad de las empresas en su secuencia de producción para poder alterar los esquemas a voluntad y tercerizar todo lo que sea posible. En este contexto, los empleos se limitan cada vez más a contratos de hasta seis meses, con la incertidumbre de si y cuándo serán renovados.

Los trabajadores de ingresos medios de los sectores más dinámicos del capitalismo en los EEUU: las industrias de alta tecnología, los servicios financieros y los medios de comunicación, -- sus vidas laborales se encuentran en riesgo permanente. El capitalismo es impaciente y con egoísmo e individualismo busca más y más ganancias, sin ningún o muy poco compromiso social. Esta mentalidad del sistema lo demuestra tan solo la insensibilidad ante el alto costo de los servicios médicos, de la educación a todos los niveles, y los bajos pagos de las pensiones.

“En los cuatro años anteriores a la pandemia de COVID-19 (2016-2019), el crecimiento del salario en el mundo osciló entre el 1,6 y el 2,2 por ciento; al excluir a China de la muestra, la fluctuación del crecimiento del salario real en ese periodo fue inferior: de entre el 0,9 y el 1,6 por ciento. En las economías avanzadas del G20, el crecimiento del salario real fluctuó entre el 0,4 y el 0,9 por ciento, pero en los países emergentes del G20 aumentó con más rapidez hasta situarse entre el 3,5 y el 4,5 por ciento anual. Entre 2008 y 2019, el salario real se duplicó con creces en China. Entre las economías avanzadas del G20, el mayor crecimiento salarial (en un 22 por ciento) se produjo en la República de Corea, seguida de Alemania (15 por ciento). En cambio, en Italia, Japón y Reino Unido el salario real se redujo.” (Informe Mundial sobre Salarios 2020-2021 de la Organización Internacional del Trabajo).


La brecha salarial se evidencia cuando un CEO ya gana de media casi 300 veces más que un trabajador en Estados Unidos. El salario medio de los CEO en los EEUU creció casi 3 millones de dólares en 10 años mientras que el de los trabajadores creció menos de 10.000. El estudio de Executive Paywatch indica que en 2020 los directores ejecutivos de las empresas del S&P 500 recibieron, de media, retribuciones por valor de 15,5 millones de dólares. Esos individuos son quienes representan el gran poder detrás de la política y del militarismo norteamericano.

El salario mínimo del pueblo trabajador, se supone, debe ser suficiente como para proveer alimento, vestimenta y vivienda, y ha permanecido, a nivel federal, en 7,25 dólares desde 2010, una cantidad que ajustada por inflación equivalía a 7,15 dólares el año pasado. Además, no se trata de trabajos particulares y garantizados, siete de cada 10 trabajadores que en 2020 cobraban el sueldo mínimo o menos, estaban empleados en el sector de servicios, principalmente en la preparación y servicio de comidas. "El 60 % de todos los trabajadores remunerados con el sueldo mínimo federal, o menos, estaban empleados en este sector, casi totalmente en restaurantes, bares y otros servicios de comidas", sosteniendo una economía que hace agua por todas partes y que no representa un futuro industrial sólido para la nación.

Pobreza en América. Es un concepto que no debería estar considerado ni presente siendo los EEUU la nación más rica del mundo. Mire a su alrededor hoy y verá que el norteamericano promedio hoy lucha en la pobreza, el sueldo no alcanza, y vive en subsistencia rodeado de un mundo sin esperanzas de mejoramiento. Muchos piensan que es su propia culpa y muchos piensan que están en quiebra debido a las decisiones que personalmente han tomado. La realidad es que son muchos los estadounidenses viven en la pobreza debido a cosas que escapan a su control, los bajos salarios, la pérdida del puesto de trabajo “temporero”, al alto costo de vida, al alto costo de los seguros privados, al guatapanazo del alto costo de los servicios médicos, a la enfermedad del consumismo, y tanto más. Es evidente que es una situación endémica y fisiológica al sistema de Capitalista.


La forma en que vamos a medir la pobreza en este video es simple: Veamos…


Comentarios

Le puede interesar: